Mil y un sueños, y al despertar qué queda?.. simplemente el recuerdo difuso, aquel vago paisaje pintado en acuarelas, pero al final la satisfacción de tener una nueva oportunidad al abrir los ojos y poder hacer realidad aquella fantasía incompleta que quedó atrás con la dimensión morfeica, con una nueva luz frente a la ventana, con un enorme suspiro como recuperando lo que dabas por perdido, quizás, pues al sumergirte en aquel ilegible sueño realidad parcial y a la vez absoluta como oír voces distintas que al unisono forman melodías, pierdes la noción del tiempo y espacio, de lo bueno y lo malo, de lo real y lo opuesto a ello.
Pienso en un por qué a todo esto, quizás nuestro órgano vital superior haya desarrollado la capacidad de velar por nosotros, por nuestros más profundos deseos y hacerlos realidad -hasta donde pueda llamárselos así- tan solo por una fracción de segundo que en su tiempo infinito puede llegar a ser todo el capítulo de una historia que contarás, o no, al despertar. Quizás sea un mecanismo de defensa intangible y utópico aunque efectivo ante alguna mala pasada en el sendero de la vida, o puede ser simplemente por dejar fluir el estrés en forma de sentimientos, el lodo el forma de agua, el dolor en forma de sonrisas.
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