Yo empezaba una nueva etapa en mi vida: la universidad; la carrera que siempre quise, estar rodeado del tipo de gente que siempre anhelé, y además la conocí a ella.
Me enamoré perdidamente. Tan seria, misteriosa, tan niña por momentos, era la indicada.
Empecé a ganar su confianza, por momentos me recordaba a mí mismo; teníamos tanto en común en ese entonces que me atreví a dar el siguiente paso. Ella lo sentía también. Fue el inicio de algo increíble.
Hasta la fecha, con discusiones y todo problema que considero natural, nuestra relación está avanzando. Por motivos de los trabajos de las clases ella llegó a conocer a mi madre, mis hermanos, pero yo no conozco a nadie de su familia.
Ella es de otra ciudad, debo aclarar, por lo que se queda en casa de una tía desde el inicio de nuestras clases, pero incluso entre broma y broma no me da una pista de por dónde vive, no trato de intimidarla por lo que no insisto, es más, la comprendo.