Yo empezaba una nueva etapa en mi vida: la universidad; la carrera que siempre quise, estar rodeado del tipo de gente que siempre anhelé, y además la conocí a ella.
Me enamoré perdidamente. Tan seria, misteriosa, tan niña por momentos, era la indicada.
Empecé a ganar su confianza, por momentos me recordaba a mí mismo; teníamos tanto en común en ese entonces que me atreví a dar el siguiente paso. Ella lo sentía también. Fue el inicio de algo increíble.
Hasta la fecha, con discusiones y todo problema que considero natural, nuestra relación está avanzando. Por motivos de los trabajos de las clases ella llegó a conocer a mi madre, mis hermanos, pero yo no conozco a nadie de su familia.
No habla demasiado de sus padres por lo que no tiene tan cercana relación con ellos, aunque tampoco menciona a su hermano más de lo necesario. Quizás no es del tipo de personas de hablar de esos temas.
Sus padres desconocen que ella tenga una relación, por lo que mucho menos saben de mi existencia, ella no parece preocupada por tan siquiera tocar el tema con alguno de ellos a pesar de que ocasionalmente vengan a visitarla, soy un secreto.

Yo le doy todo mi afecto, ella me corresponde bien, aunque claro, yo soy el más meloso de los dos; no sé cómo hacer que ella confíe más en mí, en que no le fallaré.
Llevamos ya 3 meses de relación; no soy de condiciones económicas óptimas pero trato de hacerle detalles, chocolatería sobre todo, que a ella le encantan; claro que no tanto como a mí; por su parte no recibí más que un beso, que lo es todo, mas no algo "diferente" por la ocasión, esto me hace sentir que algo no estoy haciendo bien, pero también me hace pensar en su situación monetaria no muy diferente a la mía.
Llevamos ya 3 meses de relación; no soy de condiciones económicas óptimas pero trato de hacerle detalles, chocolatería sobre todo, que a ella le encantan; claro que no tanto como a mí; por su parte no recibí más que un beso, que lo es todo, mas no algo "diferente" por la ocasión, esto me hace sentir que algo no estoy haciendo bien, pero también me hace pensar en su situación monetaria no muy diferente a la mía.
Mi intención, como ya le dije en reiteradas ocasiones, es hacerla feliz, lo que me hace feliz, y es cierto.
Quizás ser un secreto sea bueno, quizás lo oculto es más emocionante, quizás, quizás, quizás..
Con esto me despido por ahora.
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